miércoles, 29 de abril de 2009

Influenza en Pediátrico de Iztapalapa.

Se ha comentado ya ampliamente que el nuevo virus de influenza porcina ataca de manera más fuerte a los adultos jóvenes. Sin embargo, mientras nos llegan las noticias del fallecimiento de un bebe de 23 meses en Texas, no podemos dejar de preocuparnos también de la exposición del virus en los infantes, no sólo porque pueden ser efectivos trasmisores, sino también porque podrían ser, ellos mismos, víctimas de la epidemia.
El hospital de segundo nivel Pediátrico de Iztapalapa es el hospital concentrador de la Zona Sur para atender la epidemia de influencia. En dicho hospital, se detectaron casos de influenza atípica, desde antes de que se diera la alarma epidemiológica del día 23. La preocupación cundió entre los médicos del nosocomio, cuando al hacerse las pruebas de laboratorio de un enfermo grave, se tenía un tipo diferente de virus A, una cepa de tipo 5 (en su caracterización médica). Éste virus resultaba agresivo y mortal y la preocupación era que no se sabía de que se trataba a ciencia cierta. La precisión y caracterización del virus sería aclarada días después en Estados Unidos.
El viernes 24 de abril, que fue el primer día que se supendieron las clases en los planteles escolares de la Ciudad de México y Estado de México, hubo una saturación de la consulta y diversos ingresos con influenza. Se atendieron aproximadamente a 280 infantes, entre los cuales aproximadamente el 70%, en base a sus síntomatología médica, correspondían a influenza.
En dicho, momento una preocupación importante, era tener el medicamento disponible para los enfermos graves, ya que aunque ya se había reportado la eficiencia del Oseltamivir para combatir la enfermedad, éste todavía no llegaba al nosocomio, a pesar del pedido a la Secretaria de Salud, y la vida de varios pacientes pendía de un hilo. Afortunadamente, gracias a la resistencia de los infantes y al cuidado de los médicos, el medicamento llegó justo a tiempo para salvarles la vida.
En estos momentos, el Pediátrico de Iztapalapa funciona bien. A pesar de la emergencia, no se han visto saturados, aunque aumentó desde luego su número de consultas. Ha habido casos graves, pero no fallecimientos. La Dra. Laura López, me ha comentado que sus pacientes internados no han sido menores de 2 años, lo que a su modo de ver, confirma que la vacuna contra la influenza en menores de dos años, brinda cierta resistencia contra la enfermedad, proporcionando memoria inmunológica.
Le pregunté a la doctora Laura, sobre la evolución de la enfermedad en el paciente, y me dijo que la síntomatología de la influenza porcina, comienza como un simple resfriado con mucosidad, estornudos, dolor de garganta, fiebre alta, tos seca, para pasar luego a tos con flema, dificultad para respirar, y lo cual puede ser acompañado con vómito y diarrea. De acuerdo, a la doctora Laura López, existe todo un protocolo para determinar, la gravedad de un paciente, y éste se basa tanto en la entrevista al paciente como en en una revisión ocular de pies a cabeza.
A los niños que tienen una influenza común o al menos no evolucionada, se les administra el antiviral AntiFlu Des, el cual ha resultado efectivo para su mejoramiento.
Si el paciente está grave y hay sospecha de influenza porcina. Se le hacen pruebas de laboratorio para confirmar la influenza tipo A (H1N1) y se le administra el milagroso Oseltamivir.
Esto mantiene al hospital sin fallecimientos desde que la alarma fue dada.


Agradezco a la Dra. Laura López por la información proporcionada vía telefónica.

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